martes, 28 de junio de 2011

Paladares esquisos


Disculpe, ¿de qué sabores tiene los besos?

P.Moore

domingo, 26 de junio de 2011

viernes, 24 de junio de 2011

Los borrachos nunca mienten


6:57 am.
Vuelvo a casa aún con la música arañándome los oídos. Ya no distingo si lo que tengo en el vaso es un Jack'n Coke o un batido de fresa. Me da lo mismo. He perdido la cuenta de las copas que he bebido y de las horas que he bailado, pero se que son demasiadas. Hacía mucho tiempo que no me iba de fiesta y esta, sin duda, ha sido de las mejores de los últimos tiempos. Cigarros, amigos y alcohol. Alcohol y amigos. Cigarros y amigos, y más alcohol, por favor! He posado para miles de fotos con cientos de sonrisas direfentes, he visto como la gente esnifaba coca y como una pareja se metía mano en un rincón. Ahora mismo estoy completamente ebria, pero creo, estoy segura de que si te hubiese tenido delante esta noche... si hubiese podido tocarte y comprobar que de verdad estabas aquí, me pasaría un buen rato mirando fijamente tus ojos, te habría abrazado y te confesaría al oído que fue la mejor noche de mi vida porque la pasé contigo.

P. Moore

lunes, 20 de junio de 2011

La chica lista de la clase

Noomi Rapace en la trilogía Millenium.


Tenía claro que iba a suspender matemáticas desde el momento en que pinché sobre el botón "Enviar" de la automatrícula. Nunca me gustó esa asignatura. En Bachillerato hice la rama de Humanidades porque era la única que no la tenía. Pero como el pasado, a veces, vuelve, tenía que encontrármela en la carrera. Llevo concienciándome desde septiembre de que con esta asignatura debía esforzarme mucho más que con cualquier otra. Es cierto que le he prestado más atención que al resto, pero no toda la que debería. He intentado ser la niñata empollona que se estudia hasta el último punto de la teoría, pero como siempre me puede el corazón, al final me ha invadido el sentimiento canalla de odio que le tengo a Pitágoras.

Porque hay momentos en los que la vida me de muestra que uno más uno no tiene por qué resultar dos. Qué tontería esos cálculos tan complicados para saber cúantos granos de arena pueden caberte en la mano cuando nunca nadie los contará de verdad. O para qué quiero saber cuántos litros de agua hay en los océanos si los únicos que puedo ver son los que mi vista me permite alcanzar desde la orilla de la playa. Para qué medir en años luz, o la distancia entre dos estrellas si probablemente no salga de este planeta en toda mi vida. De qué me sirve saber cambiar de horas a segundos si hay horas que se pasan volando y momentos que duran una eternidad. Eúclides debió ser un hombre muy aburrido que no disfrutó de las pequeñas cosas de la vida contidiana.

Esta tarde he llegado al exámen vestida de niña buena. Pero el disfraz me ha durado quince minutos. He leído las preguntas y cuando he llegado a la última el enunciado tenía 7 líneas. Nunca antes había entregado un exámen en blanco. Siempre he observado cómo esa costumbre es normal en ciertos pasotiyas de la clase. Hoy he decidido ponerme rebelde y vivir la experiencia. Es angustioso ver cómo el resto de la clase escribe y hace cuentas mientras tú te esfuerzas por intentar averiguar qué es lo que te piden. Entonces llega el peor momento, el de levantarte de la silla y entregar el papel en medio del silencio. Si señores, hoy he pasado de ser la chica lista de la clase a la perdedora que no se lleva bien con las matemáticas. Seguiré defendiendo que lo que esta tarde me preguntaban no me sirve absolutamente de nada en mi realidad diaria, aunque en septiembre no me quede más remedio que volver a sentarme en la misma silla como la chica inteligente que hace tiempo fui. O quién sabe, igual si se la chupo un buen rato a Tomás todo esto quede en una simple anécdota.

P.Moore

miércoles, 1 de junio de 2011

Un genio.

PAREN EL MUNDO QUE ME BAJO.

Groucho Marx.